Como muchos colegas, empezamos con un laboratorio fotoquímico en el baño, con todo lo necesario para revelar e imprimir. Pero más allá de los procesos que requieren del cuarto oscuro, consideramos que todo lo que rodea a la imagen en movimiento es susceptible de experimentación, por lo que creemos que todo el LEC es un gran laboratorio.

Nuestra actividad no se  limita al local donde nos ubicamos en la Ciudad de México,, sino que se ha expandido hacia otros espacios como el laboratorio de los Estudios Churubusco, la Filmoteca UNAM, el Campamento Audiovisual Itinerante o el Centro Fotográfico Álvarez Bravo, donde hemos organizado talleres, pláticas, proyecciones  y diversas modalidades de intercambio de experiencias.  También participamos en un colectivo internacional de laboratorios de cine  gestionados por artistas/cineasta llamado filmlabs.org